15 de febrero de 2021

CAPÍTULO IV/CAPÍTULO V -DIARIO DE UNXS ANIMADOR@ES EN PANDEMIA-

 De nuevo lunes en esta nueva normalidad, una normalidad en la que hemos aprendido a refugiarnos detrás de una mascarilla para mantenernos a salvo, pero, a parte de nuestra seguridad sanitaria a veces también ocultamos sentimientos, y es que, todos sabemos que la sonrisa es un reflejo del alma, y ahora, queridos lectores, estamos ocultando nuestra alma.

Por eso comenzamos este proyecto, para daros a conocer un poco el alma de nuestrxs animador@s, como sienten, como, al igual que todxs, están sufriendo pérdidas, físicas y emocionales, pero también como se superan ante las adversidades, y la verdad, dejadnos estar orgullos@s de ellxs, porque con cada historia que nos han contado, demuestran que tenemos un GRAN equipo, capaz de sobrevivir ante las adverisdades y reflotar superando cada imprevisto.

Hoy comenzamos la semana por todo lo alto, y os traemos dos grandes historias, la de Amparo y la de Héctor. 


CAPÍTULO IV

Amparo, ¡ay Amparo!, cuánto hemos vivido junt@s, nos has visto nacer, has trabajado en todos los campos habidos y por haber dentro del mundo de la animación, y por supuesto, has estado y estás siempre que hemos dicho tu nombre. 

Aunque la historia nos la cuenta Amparo, permitidnos que hagamos alusión a su compañero de vida, Moisés, quien ha visto crecer a Somnis, y vio como el sueño de una amiga se hacía realidad y quiso compartirlo con ella desde cerca.

Gracias por cada momento, por cada palabra y por estar, siempre, incondicionalmente. Queremos mandaros un abrazo de esos que traspasan pantallas y te llegan al alma, calentito y con millones de apretones. 




"¿Qué ha supuesto para mí la pandemia?

¡Uff!! Qué gran pregunta y que complicado poder responder a todo ese tren de emociones que durante ya hace casi un año estamos sufriendo.

Personalmente, lo he vivido todo y cuando digo todo es, lo bueno y muy a mi pesar también lo malo.

Lo que parecía que serían unas semanas de confinamiento y que nos empezábamos a tomar con humor y con ganas de compartir vía digital, en menos de un mes para mí se convirtió en dolor que no podía compartir.

Mi padre que llevaba enfermo desde que yo tenía 11 años, se quedó sin fuerzas para luchar y nos dejó. Pero lo duro no es solo que se marchara, si no, el no poder despedirlo, el pensar que tras tantos años de sufrimiento te quedas sin poder darle un último beso y un adiós como te gustaría. Literalmente y aunque suene mal, te toca coger tus sentimientos, "metértelos por donde te quepan" para poder seguir adelante. 

Pero no puedo negar que esto también trajo algo bueno, me sentí apoyada y arropada por mis seres queridos y amigos, que buscaron las mil y una formas de hacernos llegar a mí y a toda mi familia su apoyo, sus besos, sus abrazos de forma digital.

Como muchas veces me repetía en plena temporada de animación cuando mi cuerpo no podía más y tocaba salir al escenario “El Show debe continuar”, así que así hice. 

Y como no hay una de cal sin una de arena, me llegó la oportunidad de trabajar en la administración pública, increíble pero cierto. Tras dos años en una bolsa de trabajo que tenía más que olvidada, esta pandemia hizo que llegará hasta mi y tuviera la oportunidad de poder trabajar, y dadas las circunstancias es más que un regalo caído del cielo. Y por fin me hacía pensar que no todo era malo.

Y cuando este horroroso 2020 empezaba a llegar a su fin, y todos soñábamos con que llegara el 2021 para poder olvidar todo lo sufrido…. Mi marido llega un día con fiebre a casa y empiezan a saltar las alarmas. La montaña rusa de emociones se activa, vamos a hacernos las pruebas y premio gordo hemos cogido el COVID.

Pero para sorpresa nuestra no lo habíamos cogido solo nosotros, nuestras familias a excepción de 3 personas también lo habían cogido. En ese momento te entra el miedo, ¿qué he hecho mal?, estoy cumpliendo las normas, las restricciones a mi familia los veo lo menos posible, 6 como máximo en casa, y la gran pregunta ¿lo habré traído yo? 

Esa pregunta se te clava en el alma y en la mente, y más cuando en cuestión de 5 días te encuentras que tu marido se va al hospital porque le cuesta respirar y no le baja la fiebre,y a casi 200km de distancia a tu suegro lo tienen que meter en UCI e intubar.  Cuando tus días se limitan a rezar para que tu suegro salga bien de esta y tu marido vuelva pronto a casa…el corazón se vuelve a romper cuando en una llamada de teléfono te dicen que tu suegro no pudo luchar más. No puede ser, otra vez, esto ya lo viví hace 6 meses. 

Otra vez esta maldita pandemia te quita lo que más quieres, te rompe por dentro, te deja el alma destrozada. Te quedas sin ese adiós tan necesario, sin ese abrazo, sin ese beso que tanto necesitas de la gente de tu alrededor, maldito destino que te hace estar confinado y solo.

Y como si de una noria se tratara te das cuenta de que vuelves a estar abajo y que toca volver a subir, levantarse pero esta vez sin ganas, sin fuerzas y sin ánimos. Pero si algo tenemos los animadores es resilencia y toca tirar poco a poco de ella, pensar en nuevos objetivos, planes de vida, etc.…

Si algo me ha enseñado esta maldita pandemia es que aunque la distancia nos separe de nuestros seres más queridos, los que realmente quieren estar contigo te lo harán saber cuándo más los necesites. Que la empatía debe ser la bandera que debería ondear en lo más alto de cada casa, que un pequeño gesto puede suponer una mano salvavidas hacia alguien que se está ahogando, que el amor no entiende de distancia, que la palabra te quiero se debería de decir más a menudo, que ayudar a los demás te hace sentir útil, que cada día tiene algo maravilloso que mostrarte y enseñarte, y un largo etc.

La vida esta para vivirla, no será fácil desde luego, pero hay que experimentarla, sentirla y vivirla."

Amparo y Moisés, sabemos que lo sabéis, pero como bien dices, debemos decirlo más a menudo. 

¡OS QUEREMOS!



CAPÍTULO V

Hay historias que no pueden ser contadas de otra forma, y de hecho, no deben ser contadas de otra forma, ya que, su esencia es esa, la veracidad y realidad de las experiencias. 

Con cada historia, removemos un poco de nosotrxs, y con este capítulo queremos remover también un poco de vosotrxs, pero esta vez, queremos transmitiros un mensaje, que ya conocéis y que Amparo nos dijo cuando nos contó su experiencia "cada día tiene algo maravilloso que mostrarte y enseñarte".

En este caso, cada momento, puede enseñarte algo, puede quitarte, lo sabemos, pero también darte. 

Y eso es lo que nos cuenta nuestro compi Héctor.

Para lxs que no lo conozcáis (si es que eso es posible), Héctor es pura explosión, lo hemos visto crecer, lo hemos visto convertirse en un GRAN animador desde cero y hemos visto como un animador, nace, pero, por supuesto, también se hace. Y es que Héctor ha ido creciendo, a pasos agigantados en el mundo de la animación turística. 

Aún recordamos su entrada en la oficina, no teniendo muy claro qué quería en su futuro, y lanzando una flecha hacía nosotrxs para ver si había suerte, y ¡la hubo! pero, para él, y ¡para nosotrxs!

Hoy tenemos a un gran compañero, animador, coordinador, trabajador, actor, relaciones públicas, líder, y por supuesto, AMIGO.

"Mi experiencia ante la situación a la que se somete el planeta, lejos de ser negativa, ha sido muy productiva en cuanto a lo que crecimiento personal se refiere

Por un lado aprendí a superar los largos días de confinamiento, lo que pensaba que para mi iba a ser como escalar el Everest, al final solo fue una ladera. No sé si la creatividad, si la inspiración o la vena artística acumulada tras los años, pero algo así afloró en mi que me permitió convertir las interminables horas de los días en mis primeros pinitos con una barata guitarra, (y ¡ojo! que algo suena ya).

Por otro lado, junto con mi compañero de piso quisimos jugar con aquellos que nos quieren ver por Instagram a que adivinaran las películas que nosotros interpretábamos. Con mucho humor y buen rollo creamos @bailonguichelfilms para intentar sacar alguna carcajada a todo aquel que se asomara por nuestro Instagram. 

Esto que supuso un pasatiempo, me ayudó a que un director se pusiese en contacto conmigo para hacer un corto en el que quiso que yo fuera su actor. Sin creérmelo, acepté sin dudar, y este pasatiempo al final ha permitido que me vea inmerso en uno de los proyectos más ilusionantes que he tenido."







No hay comentarios:

Publicar un comentario